El Viaje de la Vida
Feliz de poder volver a este rinconcito de encuentro llamado blog. Aquí entre una cosa y la otra podemos conversar de tantos temas que a diario nos acontecen y nos hacen repensar las cosas del día a día.
Hace unos días conversando con unas amigas, empezamos a entrar en aguas profundas y a comparar algunas experiencias de vida. Para mí todas son válidas y exitosas, pero existen personas que les acontecen más unos temas que otros. Esa es la riqueza del compartir, una buena conversación. Las diferentes aristas que podemos tener de un tema o situación en particular.
Al principio la conversación fue jocosa, disfrutando de las anécdotas e historias de cada una de las participantes. La mayoría actuábamos en su momento como sabíamos, no como queríamos ante los conflictos y complicaciones.
Algunas comentamos que nos sentíamos en piloto automático y tener la sensación de modo sobrevivencia y no disfrute de nuestra existencia.
Entre las muchas historias que intercambiamos con temas de amor, familia, finanzas y en general de las expectativas de cada uno. ¿Me recordó una clase de turismo donde el profesor preguntaba a los estudiantes el cómo seleccionábamos un destino? ¿En que nos basábamos al momento de tomar la decisión de viaje? Dinero, tiempo, distancia, actividades a realizar. etc. Si no teníamos claro lo que deseábamos experimentar, era superdifícil escoger aquello que pudiese adaptarse a las expectativas del supuesto viaje. Algunos se toman el tiempo de planificar cada detalle del viaje, otros se dejan llevar por lo que otros experimentaron, otros se dejan sorprender y otros buscan solo conocer lo necesario para ir sin mucha referencia del destino a visitar. ¿Pocos nos preguntamos? Que estoy buscando experimentar? O Cuanto tiempo dispongo y cuáles requerimientos técnicos, físicos, económicos, espirituales requiero para ese viaje.?
No se puede pretender responsabilizar al guía de turismo, la agencia de viaje o al vecino o al portero de tu casa por no conseguir lo que no sabías que estabas buscando.
Se le debe dar una oportunidad al destino seleccionado, no compararlo con otros lugares o experiencias y tener siempre presente cuáles fueron los objetivos del viaje. Algunos viajan por diversión, otros por entretenimiento, otros por salud, otros para compartir en familia o amigos, pero en definitiva todos los hacen para crecer, evolucionar y reconciliarse con sus deseos más primitivos del relajamiento, descanso y diversión.
La chica pesaba más de 230 kg y se llevó una gran lección, ya que muchos destinos requieren una preparación física y técnica para poder disfrutarlos en forma sustentable. Para que esa experiencia fuese exitosa no solo basta que le guste o crea, que la va a pasar bien, pues pone en riesgo su vida, la reputación de la empresa que le vendió el tour, las capacidades del guía de turismo para lograr llevarla al destino en los tiempos requeridos y otros acontecimientos que mi descripción no alcanza a narrar.
Esta experiencia de la joven con el tour de montaña es alegórico a la vida. Como pasa en el turismo pasa en la vida. Es un arte que necesita ensamblaje de todas las piezas para poderle dar sentido, dirección a la aventura y la experiencia. Primero lo visualizamos, y después lo materializamos. Cuando entramos en consciencia y asumimos la responsabilidad de nuestro camino, no culpamos a otros por no cumplir nuestras expectativas, de nuestra falta de claridad, comunicación y menos de preparación.
El destino de la vida es complicado, empinado, no es lineal. Depende en un 90% de inteligencia emocional, de tu hambre de nuevas cosas, del arte de la paciencia para permitirte sentir todos los sentimientos que llegan y fuertemente te golpean como alegrías, amor, odio, miedo, tristeza. Muchas veces quieres aplaudir, otros días llorar, pero sobre todo dejar fluir que lo bueno como lo malo pasa y trae consigo un aprendizaje y una oportunidad de evolución.
Muchas preguntas vienen a nuestra mente, quien siempre está sigilosa, comparando, observando, atenta, buscándole sentido a todo lo que le acontece. Y si hay una lección por aprender de una vivencia, ten por seguro que se repetirá tantas y cuantas veces la digieras y la concientices, la internalices y la pongas en práctica. Somos testarudos por naturaleza, pero hasta los más tercos les toca doblar las rodillas y agradecer por todo.
También he querido mostrar lo lindo del cambio de estaciones, especialmente cuando llega la primavera en los países que experimentan los cambios de clima tan severos. Para mí en lo particular son unos días maravillosos de colorido de flores, de canto de pajaritos. Para otros, es el inicio de la lluvia, de las alergias, Mientras que unos andamos capturando con las cámaras momentos y sobre todo observando el despliegue magnífico del florecer de árboles y jardines, los nacimientos de los pájaros, los aromas de renacer. Otros están en la queja permanente y la negación en la convivencia con un mismo espacio.
Es de libre albedrío la siembra, pero es obligatoria la cosecha. Debemos ser cautelosos cuando elegimos los pensamientos, pues ellos son quienes te llevaran a sentir placer o presión de una misma situación.
La otra parte del viaje es la pregunta de las mil cabezas. ¿Qué estás dispuesto a vivir y a tolerar? ¿Cómo escoges tus batallas? ¿Qué puedes permitirte experimentar y que no?. ¿A quien invitas a tu viaje? Y de que dependerá si lo realizas o no. Esto aplica para todo. Todos los refranes cobran vida y después de varios años de vida le encuentras sentido perfecto a todo y a todos terminas dándole la razón a tus abuelos, padres, mentores.
La tecnología nos está llevando a conocer muchas cosas al mismo tiempo, a veces sin darnos la tarea de filtrar la información y procesarla con mayor delicadeza. Existe de todo para todos los gustos, no dejes que tu privacidad, tus momentos especiales, tu adición te alejen de momentos maravillosos y de personas increíbles. Los estándares y valores de vida no cambian en el tiempo, solo se adaptan y muchas veces se está a merced de otros: se buscan complacer a quienes nisiquiera han tenido la dicha de conocerte. Se habla mucho del viaje al interior, a esa búsqueda de la memoria colectiva, de tus ancestros a entender conceptos como legado. A comer sano por salud y escogencia y no por moda.
Ten cuidado con los expresos en términos de vivencias porque cuando se va tan rápido se olvida disfrutar la vía y a veces es muy tarde para pedir la parada. Visualiza en que estás invirtiendo tu tiempo, energías, fuerza, y momentos. Busca estar claro en conceptos de lo aceptable y lo repudiable y tener la mente abierta para saber que muchas culturas tienen diferentes formas de aproximarse a una misma situación.
Si puedes evitar temas de sexo, política y religión lo agradecerán muchos a menos que el contexto de la conversación lo amerite. No estamos hoy día para dar tantas explicaciones, sobre todo de cosas que apenas y entendemos. Vamos a una velocidad tan abrumadora que damos por hechos muchas cosas que siquiera está próximas acontecer. Este viaje, mi querido lector es corto y nos estamos tomando muchas cosas personales y estamos olvidando el sentido común y lógica de las cosas.
Las redes sociales han ayudado a conseguir miles de personas que han pasado por nuestras vidas en algún momento y queremos seguirle la pista, pero también están creando enfermedades superfuerte de ansiedad, depresión, nervios. Algunos estamos atravesando un proceso de desintoxicación a tanta vanidad y a tanta información. Si necesitas en tu vida utilizarlas, hazlo con consciencia, con filtro, con responsabilidad. Tus hijos y las generaciones futuras lo sabremos agradecer.
Si me leíste hasta aquí pudiste compartir un capítulo más de mi viaje por la vida y de las diferentes aristas que planteo en mi camino de espinas, pero que definitivamente es un sembradío de rosas con perfumes superfuertes y un ambiente de amor y pasión por todas partes. Los leo. cuídense y gracias por seguirme. Besos
mirnamezaz
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